Si su negocio tiene una cámara frigorífica, lo más probable es que sea una parte esencial de su modelo de negocio. Tal vez usted es un restaurante, una tienda de comestibles o un hotel que almacena comida lista para cocinar y servir a los clientes. Tal vez su negocio maneja productos sensibles a la temperatura o trabaja con químicos volátiles. Cualquiera que sea la razón por la que tiene una cámara frigorífica, es fundamental mantenerla en buenas condiciones, lo que significa tanto el cuidado regular por parte del personal como el mantenimiento ocasional por parte de un técnico de reparación de electrodomésticos comerciales.
Pero, ¿cuándo llamar a un técnico? ¿Dónde traza la línea entre una limpieza rápida y una llamada de servicio? Estamos a punto de ayudarlo a hacer ese discernimiento y saber cuándo llamar para reparar la cámara frigorífica. Estas son las seis señales principales de que su cámara frigorífica necesita un mantenimiento profesional.
1) Pisos mojados y goteras
Las cámaras frigoríficas pueden producir condensación en las paredes y los productos. Pero nunca debe haber un exceso de agua. Si entras y hay charcos en el piso o en los estantes, es una mala señal. Podría significar que la temperatura es irregular o que no se está controlando la humedad. También podría ser la indicación de una fuga en algún lugar del sistema de refrigeración. No es necesario buscar una fuga para saber que hay un problema. Cualquier charco significativo de agua es una señal clara de que es hora de realizar el mantenimiento.
2) Olores extraños
La cámara frigorífica de cada instalación tiende a tener un olor. Ese olor se compone del desinfectante en el agua del trapeador, el olor picante del frío artificial y un olor muy leve a las cajas o los productos que contienen. Su personal está familiarizado con el olor habitual del refrigerador. Entonces, si un día hueles algo nuevo, fuerte o desagradable, mantente alerta. Esto podría significar que algo se está echando a perder o que está creciendo moho. También podría ser el olor de una fuga de líquido refrigerante y otros problemas mecánicos. Todos los cuales son dignos de una inspección profesional.
3) Sonidos ruidosos de traqueteo, golpes o raspaduras
Una cámara frigorífica funciona con un sistema de refrigeración gigante similar al de los aires acondicionados y los frigoríficos domésticos. Hay un compresor con un motor, un ventilador y otras partes móviles que hacen que todo funcione. Estas partes móviles crean el zumbido de bajo nivel de un enfriador, pero también pueden hacer otros ruidos. Si las partes se rompen pero continúan moviéndose, es posible que comience a escuchar traqueteos, golpes o raspaduras. Solicite reparaciones inmediatamente antes de que la pieza rota y en movimiento rompa cualquier otra cosa.
4) Temperaturas irregulares
Se debe confiar en un enfriador para mantener una temperatura constante. La temperatura correcta exacta dependerá del propósito de su producto almacenado y del modelo comercial. Pero cuando configuras la temperatura, debe permanecer fija. Lleve un registro de las temperaturas dentro del enfriador. Si la temperatura fluctúa en más de cinco grados durante el día, considere llamar a un técnico para que busque el problema y estabilice sus temperaturas.
5) La Puerta No Cierra Firmemente
La puerta del enfriador es una de las partes más importantes. Específicamente, la junta que sella su cámara frigorífica como un refrigerador. Las puertas de paso deben ser difíciles de abrir con una sensación de lucha contra la succión la mayor parte del tiempo. También deben sellar firmemente. Si la puerta de su refrigerador se abre con un toque y, lo que es peor, si no permanece cerrada a menos que cierre la puerta, tiene un problema de contención. Lo más probable es que también esté perdiendo electricidad porque la puerta no mantiene la temperatura de manera efectiva. Un profesional puede averiguar si el problema es la junta de la puerta o las bisagras.
6) Acumulación excesiva de escarcha
Por último, tenga cuidado con la acumulación de escarcha. Una cámara frigorífica debe tener ciclos de descongelación automatizados que ayuden a prevenir el crecimiento de escarcha esponjosa en las paredes y los productos. Sin embargo, si esa función de descongelación está rota, es posible que comience a ver una acumulación excesiva de escarcha. Cuando esto sucede, es hora de llamar a un técnico de refrigeración.